miércoles, 26 de mayo de 2010

LA LANZA SAGRADA

De acuerdo a la leyenda, la Lanza Sagrada (también conocida como Lanza del Destino, Lanza de Longino o Lanza de Cristo) es el nombre que se le dio a la lanza con la que un soldado romano (llamado Longino según un texto bíblico apócrifo) atravesó el cuerpo de Jesús cuando estaba en la cruz.

Referencias bíblicas

La lanza se menciona solo en el Evangelio de Juan (19:33-34) y no aparece en ninguno de los evangelios sinópticos. En el evangelio se indica que los romanos planearon romper las piernas de Jesús, una práctica conocida como crurifragium, que era un método doloroso de acelerar la muerte durante la crucifixión de los condenados a este tipo de castigo. Momentos antes de que los soldados romanos así lo hicieran, vieron que él ya había muerto y por eso pensaron que no había ninguna razón para romperle las piernas. Para cerciorarse de que estaba muerto, un soldado lo apuñala con su lanza.

El fenómeno de la sangre y el agua era considerado como un milagro de acuerdo a Orígenes (aunque el agua se puede explicar biológicamente por la perforación del seno pericardial) sin embargo, para los católicos tiene un significado más profundo: Representa la Iglesia (específicamente los sacramentos del bautismo y la eucaristía) que fluyen del costado de Cristo, así como Eva surgió del costado de Adán.

Longinus

Miniatura de la Crucifixión, Evangelios de Rábula.
El nombre del soldado que atraviesa el costado de Cristo no es mencionado en la Biblia pero en las referencias más antiguas que se tienen de la leyenda, el evangelio apócrifo de Nicodemo, de fecha desconocida, alrededor del siglo IV, también llamado Hechos de Pilatos, el soldado es identificado como un Centurión llamado Longinus en el que además se menciona a los ladrones crucificados junto a Jesús: Gestas y Dimas.
Una forma del nombre Longinus también aparece en una miniatura en los Evangelios ilustrados por Rábula en el año 586 (actualmente en la Biblioteca Laurenciana, en Florencia).
En la ilustración, el nombre Longinus está escrito en griego sobre la cabeza del soldado que perfora el costado de Cristo. Esta es una de las primeras referencias del nombre, si es que no es una inscripción hecha posteriormente.
La tradición Cristiana, refiriéndose a la novela La Lanza de Louis de Whol (1955), lo identifica como Gaius Cassius Longinus.







La escena final de Parsifal, la última ópera de Wagner. A Hitler le fascinaba la leyenda en que se basa la ópera.Ésta era la leyenda del arma que tanto fascinaba al joven Hitler. Durante su primera visita a la lanza la estudió con todo detalle. Medía 30 cm de longitud, y terminaba en una punta delgada, en forma de hoja; en algún momento, el filo había sido ahuecado para admitir un clavo -al parecer, uno de los usados en la crucifixión-. El clavo estaba sujeto con un hilo de oro. La lanza se había partido y las dos partes estaban unidas por una vaina de plata; dos cruces de oro habían sido incrustadas en la base, cerca del puño.






La lanza era desconocida hasta que San Antonio de Piacenza (DC 570), describiendo los lugares santos de Jerusalén, nos dice que él había visto en la Basílica del monte de Sion «la corona de espinas con la cual coronaron a nuestro Señor y la lanza con la cual lo perforaron en el costado». Una mención de la lanza también se hace en el Breviario la Iglesia del Santo Sepulcro. La presencia en Jerusalén de esta importante reliquia es atestiguada por Casiodoro (485–585) así como en Los viajes de Gregorio (538–594), quien nunca estuvo en Jerusalén.
En 615 Jerusalén y sus reliquias fueron capturados por las fuerzas persas de rey Cosroes II. Según el Chronicon Paschale, la punta de la lanza, que se había quebrado, fue dada en el mismo año a Nicetas que la llevó a Constantinopla y la depositó en la iglesia de Santa Sofía. Esta punta de lanza, que fue fijada en un ycona, o icono, en 1244 fue vendido por Balduino II de Constantinopla a Luis IX de Francia y fue guardado con la corona de espinas en la Sainte Chapelle de París. Durante la revolución francesa estas reliquias fueron llevadas a la Bibliothèque Nationale y posteriormente desaparecidas (la actual «corona de espinas» es una guirnalda).
En cuanto a la porción más grande de la lanza, Arculpus la vio en la iglesia del Santo Sepulcro alrededor de 670 en Jerusalén, sin embargo no hay otra mención de ella tras el saqueo de 615. Algunos dicen que la porción más grande de la reliquia de llevó a Constantinopla en algún momento durante el siglo VIII, posiblemente al mismo tiempo que la Corona de Espinas. En algún momento, su presencia en Constantinopla parece ser claramente atestiguada por varios peregrinos, particularmente de origen Ruso. Y aunque posteriormente fue depositada en varias Iglesias , parece ser posible rastrearla a diferencia de la reliquia de la punta. Sir
Juan Mandeville declaró en 1357,que había visto la cuchilla de La Lanza Sagrada en París y también en Constantinopla, y que la reliquia de esta última ciudad era mucho más grande que la de París.


LA LANZA SAGRADA

LA LANZA SAGRADA